
En seguida se vio que tenía razón: avanzaba mucho más rápido que Cuik y le sacaba mucha ventaja. Cuik estaba indignado, porque él nunca desobedecía a mamá pata, pero por su obediencia ¡iba a perder la carrera! Según avanzaban la corriente se hacía más fuerte, y Quack cruzó triunfante la línea de meta sin darse cuenta de que se dirigía directamente a un gran remolino en el centro del río; para cuando quiso reaccionar, allí estaba dando vueltas y vueltas, sin poder salir del remolino.
Sacarle de allí fue dificilísimo, porque ningún pato tenía fuerza para nadar en aquellas aguas, y al probre Quack, que no paraba de tragar agua, la cabeza le daba mil vueltas y no ayudaba mucho. Afortunadamente, una vaca de una granja cercana apareció por allí para sacar a Quack antes de que él solo se bebiera toda el agua del río. Y cuando le dejaron en el suelo, siguió dando vueltas durante un buen rato, de lo mareado que estaba, mientras algunos de los animales que lo habían visto se reían al ver que todo había acabado bien.
Aquel día Cuick comprendió que hacía bien cuando seguía haciendo caso a su mamá, aunque al principio pudiera parecer que era peor, y Quack... bueno, Quack no podría olvidarlo aunque quisiera, porque desde entoces, en cuanto le toca una gota de agua, cae al suelo y da tres vueltas antes de poder erguirse. ¡Y qué divertidos son los días de lluvia!
ACTIVIDADES PARA ALUMNOS DE 1o DE PRIMARIA
- Con ayuda de tus papás lee la lectura.
- Escribe con ayuda de tus papis lo que entendiste del cuento.
- Haz un dibujo de la carrera de Cuik y Quak.
- Crees que Quak hizo bien en desobedecer a su mamá.
3 comentarios:
Tarea Realizada por:
Gonzalo Jacob Gaytan Galindo 1° "B"
Tarea Realizada por:
Laura Abril Arriaga Alvarez 1° "B"
Lo he leído como 3 o 2 veces y aún lo sigo leyendo y por cierto está bueno el cuento me gusta mucho.
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